La Sociedad del Sueño Americano..
Las Drogas en EEUU y Trump
Tras su llegada al poder, el presidente Donald Trump ha puesto un nuevo foco sobre la problemática del narcotráfico y del abuso de las drogas en los Estados Unidos, país que atraviesa una verdadera crisis sanitaria con más de 33.000 muertes por sobredosis en 2015, según cifras del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
La epidemia nacional de adicción a opioides ha sido originada, según especialistas, en gran parte por la sobre-prescripción de narcóticos para tratar el dolor, lo que ha llevado a un aumento en el consumo de heroína.
El controversial muro fronterizo con México propuesto por la administración Trump está siendo impulsado con la finalidad de no solo frenar el ingreso de inmigrantes ilegales provenientes de México y Centroamérica, sino también con el objetivo de detener la llegada al país de drogas como la heroína.
Convertida en uno de los narcóticos de mayor demanda debido a su potente efecto sedante y relativo bajo precio, la heroína es usualmente traficada en bajas cantidades – de alrededor de 600 gramos promedio – y en forma de resina, lo que permite sea fácilmente colocada en las suelas de los zapatos de las “mulas” quienes pueden hacerse rápidamente de unos 12.000 dólares por cada cruce a los EEUU.
Rancheros de estados como Sinaloa se convierten en “hormigas” para los cárteles locales y de esta manera pueden subsidiar la compra de ganado y tractores para trabajar sus campos o terminar la construcción de sus casas. Los métodos más creativos son utilizados por personas que justifican su cuestionable métier, en parte, debido a la falta de oportunidades existentes en la nación azteca. Martillos huecos, contenedores de pasta dentífrica, mochilas o carburadores son otros de los tantos “vehículos” utilizados para el narcotráfico de a pie.
El auge de opioides sintéticos ha llevado al surgimiento de un nuevo mercado que demanda alternativas todavía más poderosas y letales que la heroína, reservada en gran parte para el consumo en grandes ciudades como Nueva York y Los Ángeles.
Una nueva droga identificada por primera vez en el estado de Ohio, que integra el “Cinturón Industrial” de los Estados Unidos, donde el actual presidente cosechó gran parte de los votos que lo llevaron a la presidencia, ha puesto en alerta a las autoridades por su descomunal potencia y su vínculo con cientos de muertes por sobredosis desde mediados de 2016.
Denominada carfentanilo, el sedante es hasta 100 veces más potente que el fentanilo – la droga que mató a Prince el 21 abril pasado – y está tomando cada vez más protagonismo en la peor crisis de adicción que ha vivido el país del norte. La versión legal del narcótico es utilizada para sedar grandes animales como elefantes y según un reporte de la DEA es hasta 10.000 veces más potente que la morfina.
Las autoridades han conectado a la mortal droga con al menos 700 muertes por sobredosis en estados como Ohio, Michigan y la Florida, según una investigación llevada adelante por el Wall Street Journal en conjunto con el laboratorio NMS que realiza pruebas de toxicología a lo largo del país.
Para noviembre de 2016 se habían realizado 411 operativos de confiscación de carfentanilo alrededor de al menos diez estados de los Estados Unidos, principalmente en la región del “Cinturón Oxidado”, los Apalaches y el sur del país.
Absorbible por medio de la piel e inhalable como un polvo presente en el aire de manera accidental, la droga representa un enorme peligro para miembros de las agencias que luchan contra su propagación. Además, aquellos usuarios que experimenten una sobredosis de carfentanilo necesitarán una cantidad extra de naloxona, el fármaco diseñado para contrarrestar los efectos de las sobredosis por consumo de opioides recetados o heroína.
Usuarios regulares de heroína consultados por el Wall Street Journal aseguraron que nunca consumirían intencionalmente carfentanilo dado que la droga genera terror entre su comunidad, donde es catalogada como un “arma homicida” por su letal poder.
Representantes de la DEA afirman que los narcomenudistas en ocasiones mezclan carfentanilo con heroína y otros opioides para venderlo en el mercado callejero, con el foco puesto en las jugosas ganancias que esta práctica genera dado que la droga tiene una concentración tal que permite ser rebajada de manera “económicamente exitosa”.
En septiembre pasado la Administración Antidrogas emitió una alerta a nivel nacional, tanto a las autoridades policiales como al público general, sobre el peligro que representa la droga. “El carfentanilo está siendo identificado en más y más comunidades y es extremadamente peligroso”.
Tras su llegada al poder, el presidente Donald Trump ha puesto un nuevo foco sobre la problemática del narcotráfico y del abuso de las drogas en los Estados Unidos, país que atraviesa una verdadera crisis sanitaria con más de 33.000 muertes por sobredosis en 2015, según cifras del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
La epidemia nacional de adicción a opioides ha sido originada, según especialistas, en gran parte por la sobre-prescripción de narcóticos para tratar el dolor, lo que ha llevado a un aumento en el consumo de heroína.
El controversial muro fronterizo con México propuesto por la administración Trump está siendo impulsado con la finalidad de no solo frenar el ingreso de inmigrantes ilegales provenientes de México y Centroamérica, sino también con el objetivo de detener la llegada al país de drogas como la heroína.
Convertida en uno de los narcóticos de mayor demanda debido a su potente efecto sedante y relativo bajo precio, la heroína es usualmente traficada en bajas cantidades – de alrededor de 600 gramos promedio – y en forma de resina, lo que permite sea fácilmente colocada en las suelas de los zapatos de las “mulas” quienes pueden hacerse rápidamente de unos 12.000 dólares por cada cruce a los EEUU.
Rancheros de estados como Sinaloa se convierten en “hormigas” para los cárteles locales y de esta manera pueden subsidiar la compra de ganado y tractores para trabajar sus campos o terminar la construcción de sus casas. Los métodos más creativos son utilizados por personas que justifican su cuestionable métier, en parte, debido a la falta de oportunidades existentes en la nación azteca. Martillos huecos, contenedores de pasta dentífrica, mochilas o carburadores son otros de los tantos “vehículos” utilizados para el narcotráfico de a pie.
El auge de opioides sintéticos ha llevado al surgimiento de un nuevo mercado que demanda alternativas todavía más poderosas y letales que la heroína, reservada en gran parte para el consumo en grandes ciudades como Nueva York y Los Ángeles.
Una nueva droga identificada por primera vez en el estado de Ohio, que integra el “Cinturón Industrial” de los Estados Unidos, donde el actual presidente cosechó gran parte de los votos que lo llevaron a la presidencia, ha puesto en alerta a las autoridades por su descomunal potencia y su vínculo con cientos de muertes por sobredosis desde mediados de 2016.
Denominada carfentanilo, el sedante es hasta 100 veces más potente que el fentanilo – la droga que mató a Prince el 21 abril pasado – y está tomando cada vez más protagonismo en la peor crisis de adicción que ha vivido el país del norte. La versión legal del narcótico es utilizada para sedar grandes animales como elefantes y según un reporte de la DEA es hasta 10.000 veces más potente que la morfina.
Las autoridades han conectado a la mortal droga con al menos 700 muertes por sobredosis en estados como Ohio, Michigan y la Florida, según una investigación llevada adelante por el Wall Street Journal en conjunto con el laboratorio NMS que realiza pruebas de toxicología a lo largo del país.
Para noviembre de 2016 se habían realizado 411 operativos de confiscación de carfentanilo alrededor de al menos diez estados de los Estados Unidos, principalmente en la región del “Cinturón Oxidado”, los Apalaches y el sur del país.
Absorbible por medio de la piel e inhalable como un polvo presente en el aire de manera accidental, la droga representa un enorme peligro para miembros de las agencias que luchan contra su propagación. Además, aquellos usuarios que experimenten una sobredosis de carfentanilo necesitarán una cantidad extra de naloxona, el fármaco diseñado para contrarrestar los efectos de las sobredosis por consumo de opioides recetados o heroína.
Usuarios regulares de heroína consultados por el Wall Street Journal aseguraron que nunca consumirían intencionalmente carfentanilo dado que la droga genera terror entre su comunidad, donde es catalogada como un “arma homicida” por su letal poder.
Representantes de la DEA afirman que los narcomenudistas en ocasiones mezclan carfentanilo con heroína y otros opioides para venderlo en el mercado callejero, con el foco puesto en las jugosas ganancias que esta práctica genera dado que la droga tiene una concentración tal que permite ser rebajada de manera “económicamente exitosa”.
En septiembre pasado la Administración Antidrogas emitió una alerta a nivel nacional, tanto a las autoridades policiales como al público general, sobre el peligro que representa la droga. “El carfentanilo está siendo identificado en más y más comunidades y es extremadamente peligroso”.
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