¿La Guerra de Trump y Guaido mandato de Dios…?

¿La Guerra de Trump y Guaido mandato de Dios…? En estos días de “presión “y sin energía eléctrica, en la mayoría de los estados de Venezuela, que originaron, entre otras, la suspensión del sistema educativo, algunos hemos tenido la oportunidad de desempolvar los libros y convertirlos en días propicios para la lectura. Esta coyuntura, que devela un problema de origen estructural y ubica el tema de la electricidad en la escala de la seguridad de la nación, nos permitió comprender que para una sociedad es altamente peligroso perder la capacidad de asombro. Perdemos la capacidad de asombro cuando, con esa arrogancia que nos caracteriza, “creemos que sabemos mucho” y podemos darle “palizas dialécticas” a la otredad, luego nos damos cuenta de lo ignorante que somos, comenzamos a experimentar frustración y regularmente respondemos desde las vísceras y no desde la razón, desde lo banal y superfluo y no desde la profundidad, desde la particularidad y no desde la totalidad dándole preponderancia a la colonización mental del enemigo. La National Security Strategy – NSS (2017) ventila la victoria en la capacidad de destrucción y/o control de los sistemas de información a nivel nacional. Muchos desconocemos las causas reales de la pérdida de la capacidad de asombro, pero entendemos que vale la pena estudiar el fenómeno y saber qué hacer para salir del oscurantismo que venimos demostrando en los foros virtuales, donde brillantes y excelentes mentes de profesionales, intelectuales, trabajadores/as, hermanas, hermanos, amigas, amigos y familiares reconocen en el destino de EEUU la obra de Dios y tienen la firme convicción de que tan importante obra justifica los ataques a Venezuela. Mas allá de esta sucia tarea, consideran que “es necesaria la presión interna” para forzar la salida del presidente constitucional Nicolás Maduro Moros, sin importarles el riesgo de hambre, miseria y muerte al que hemos sido expuestos todas y todos, opositores, chavistas, ninis, incluyendo niños y ancianos. Se pretende hacer costumbre en estos foros la descalificación y victimización de las personas, la tergiversación y distracción del discurso, pero esa no puede ser la discusión porque creamos el hábito de desviar el debate. Consciente o inconscientemente este desvío nos mantiene en la oscuridad, por ello, en lugar de silenciarnos y mandarnos autoritariamente a “callar”, debemos convocarnos a desempolvar los libros y sacar de la gaveta temáticas escondidas que nos permitan pensar con mayor claridad y elevar nuestra conciencia de clase trabajadora como escudo y espada para vencer a nuestro verdadero enemigo: las sombras y no precisamente las generadas por la falta de electricidad. Necesario es transformar el tema del culto a la personalidad (“yo tengo, yo hago, yo soy…”), la pérdida de tiempo en ofensas, falta de respeto y descalificaciones a la otredad (“propagandistas de un gobierno corrupto y asesino” “jala bolas”, “malditos chavistas” “malditos locos y locas”…) la utilización del lenguaje vulgar y soez (“HP”, “MH”…), y sustituirlo por temas mas profundos como el terrorismo de Estado perpetrado por EEUU contra el pueblo venezolano, que valientemente resiste aquí en el territorio (chavistas y opositores). Reflexionemos sobre el tema de por qué a pesar de esta sucia tarea, algunos siguen considerando la acción guerrerista de Trump y su lacayo Guaido como la fuerza del bien, mientras califican de “patético” y en el eje del mal el proceso de integración Rusia-China- Venezuela, que incluye políticas comunes de defensa de la nación, en un aparente desconocimiento de la relación entre paz/guerra y de la contradicción integración/expansión. Cabe preguntarse cuál es el país con mayor tradición expansionista en el mundo; cuál ha sido el accionar del pueblo venezolano, liberador o dominador, por qué desde el enfoque de la clase trabajadora, de acuerdo a las relaciones sociales de producción y a los fenómenos de dominación vigentes en la sociedad capitalista, la noción que tenemos sobre EEUU, sus presidentes y sus lacayos es la de un imperio de la guerra permanente que es también un imperio del miedo permanente. También seria muy interesante responder por qué algunos venezolanos, colombianos y ecuatorianos, se sienten más norteamericanos y europeos que gran colombianos tal como lo soñaron nuestros libertadores Sebastián Francisco de Miranda y Simón Bolívar? En el ánimo de reducir el nivel de terror y no de aumentarlo, seria de interés mutuo, tanto para chavistas como opositores, transformar el tema del terrorismo de EEUU contra Venezuela y otros Estados en tema de discusión seria responsable y coherente como única vía para vencer las tinieblas, porque la realidad es que el presidente constitucional Nicolás Maduro Moros y el pueblo revolucionario de Venezuela, seguimos invictos.

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